La Asunción de María, signo de esperanza
La presencia de María en el Cielo, gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a todos los que hagamos la voluntad de Dios, nos llena de esperanza en felicidad eterna.
La presencia de María en el Cielo, gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a todos los que hagamos la voluntad de Dios, nos llena de esperanza en felicidad eterna.
La vida de Clara nos enseña a ser humildes, a creer sin desmayar en la presencia real de Jesús en la Eucaristía, que Él es capaz de vencer a nuestros más terribles enemigos, y que el sufrimiento ofrecido a Jesús es fuente de santidad.