Una Cuaresma para vivir en familia

Orando en Cuaresma

La cuaresma conduce al triduo pascual. Destaca su referencia a Jesucristo. Son cuarenta días, para imitar el ayuno previo del Señor antes de su ministerio apostólico. Es el tiempo privilegiado para vivir en y de la Palabra de Dios (En Familia: leerla, rezarla, meditarla, abrirse a ella, confrontarse con ella, poner a su luz nuestra propia existencia).

Símbolos de la Cuaresma

Toda la cuaresma, tiene símbolos que ayudan y hacen visible el camino cristiano de la conversión (el desierto, la luz, la salud, el agua, el perdón, la liberación, la cruz y la resurrección). La oración cuaresmal, en familia, debe ser más frecuente y habitual, pausada, sencilla, cordial, humilde, seria y profunda. Su tonalidad propia es la humildad, la insistencia, la confi anza. Es oración de súplica y de petición.

El ayuno, como ayuno del pecado, privarnos de algo en favor de alguien necesitado, como una decisión familiar. Es una opción de purificación y de intercesión. La abstinencia de carne durante todos los viernes de cuaresma y del ayuno y de la abstinencia el miércoles de ceniza y el viernes santo pueden ayudarnos a recorrer el camino cuaresmal y penitencial.

La limosna, la caridad, la solidaridad debe brillar en el tiempo de cuaresma. La cuaresma es un tiempo para vivir de ella. El rezo, del Vía Crucis y del Santo Rosario, nos ayudan a contemplar el misterio de la cruz como MANIFESTACIÓN SUPREMA DE AMOR.

Miércoles de Ceniza

En este día comienza la cuaresma. En la tradición cristiana se realiza el gesto de imposición de la ceniza. Tiene un sentido simbólico de reconocimiento de lo poco que somos ante Dios: como un poco de ceniza. Pero lo importante hoy no es la ceniza, sino que nosotros somos invitados por Dios a acercarnos más a Él. Empezamos un camino interior, un tiempo para abrirnos a lo esencial. No dejemos pasar esta oportunidad.

En el Evangelio, Jesús habla de tres situaciones que debemos practicar: la limosna, la oración y el ayuno. Nuestro Dios es compasivo. El Señor ha inclinado el corazón hacia nosotros. Dios nos quiere y nos atrae con su amor. Nuestro Dios nos invita a volvernos hacia Él. Nuestro Dios quiere habitar en nuestros corazones.

Oración

Señor Jesús, te damos gracias por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que tu Palabra nos ha hecho ver.

Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra.

Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos.

Amén.

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