Navidad junto al Pesebre

Una reflexión navideña del P. Roberto Baker May, CSC (1943-2021), ex-director del Apostolado del Rosario en Familia Perú

Buenos días con todos, gracias por estar con nosotros en esta contemplación del Belén del Apostolado. Siguiendo la costumbre que comenzó san Francisco de poner imágenes, hemos acostumbrado en cada generación hacer lo mismo, porque la memoria nuestra es con imágenes, con personas, con eventos que vamos entendiendo.

Y aquí, cerca del Belén, pensamos que el hijo de Altísimo, para ser hijo de María, ya que dé a luz allí en Belén, Jesús ve por vez primera la cara de su madre y de José; con ellos vivirá un largo tiempo en su hogar, y Jesús, desde el pesebre, va aprendiendo cómo ser una persona humana, cómo tener sentimientos, cómo tener amistades, como escuchar a otros y sentir en familia, en su barrio, con quién juega y con quién trabaja; vive Jesús su infancia, un poco más, y un poco más aprende cómo ser obediente en su casa, cómo colaborar con sus vecinos, y cómo sentirse curioso; que tiene amistades y gusta de estar con su mamá, y estar con ella cuidado mucho, con abrazos y besos, y sentir la mirada de José, con orgullo y contento, criando al bebito, a muchacho, a joven, a salvador del mundo.

Jesús aprendió cómo ser buena persona en Nazaret, cuando buscaba equipo de trabajo, los hermanos, buscaba pescadores, campesinos, amigos de trabajo con ellos se entendió y gozaba de su amistad; gozaba también de corregirlos; ellos también se dejaron corregir. Vemos el comienzo de la humanidad de Jesús, y cuando resucita, Jesús conserva su humanidad, conserva sus sentimientos, porque siendo divino es a la vez humano; encuentra en los siglos nuevos santos, nuevas amistades, nuevos miembros de su equipo: los discípulos, y le encanta su amistad, su lealtad y sus necesidades a las que él puede responder.

Siendo persona, Jesús aprendió de José y María, y nosotros también, cómo ser excelentes personas y discípulos suyos. Que tengan ustedes una feliz Navidad, y crecimiento humano en su corazón y alma. Así sea.

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