En el tiempo de Adviento, la iglesia se prepara para la gran celebración de la Navidad; para ello la iglesia propone oraciones y meditaciones especiales para cada uno de los cuatro domingos anteriores a la Navidad. Sin embargo, el tercer domingo de Adviento es distinto a los demás.
El tercer domingo de Adviento se conoce como «Gaudete», que en latín significa «regocijarse». En este día celebramos la esperanza gozosa del Nacimiento del Señor.
El color del tiempo de adviento es el morado, que está presente en el altar y los ornamentos. En el tercer domingo de Adviento, en cambio, en muchos lugares suele usarse el color rosa, que refleja la alegría y el gozo que esperamos con la Navidad. En el tercer domingo de Adviento, la celebración está marcada por la alegría, debido a que la Iglesia está próxima a festejar el nacimiento de Jesús, Nuestro Salvador.
Curiosamente, en el tiempo de Cuaresma hay un domingo muy similar al tercer domingo de Adviento: se trata del cuarto domingo de Cuaresma, también conocido como «Laetare», que significa alegrarse. En este caso se trata de una pausa al rigor de la Cuaresma para recordar el amor tierno de Dios por cada uno de nosotros.
Que este tercer domingo de Adviento, nuestros hogares, familias y corazones experimenten la gozosa esperanza de que estamos próximos a recibir el Nacimiento del Salvador, que es Jesús.